
No voy a engañaros: prefiero que no vengáis a Cádiz. Y es que lo malo de vivir en una ciudad costera como la mía es que en verano suele acudir más turismo del habitual y, por lo tanto, l@s nativ@s tenemos que compartir nuestras playas, chiringuitos y restaurantes.
El caso es que estamos a 1 de agosto, fecha en la que muchos comienzan sus vacaciones (otros tantos estarán llorando sangre porque las terminan) (a mí me da igual porque como soy profe tengo dos meses enteros) (este comentario de antes lo decía sólo por informar, no por poneros los dientes largos ni para que me odiéis) y sé que antes o después vais a acabar viniendo así que, puestos a visitarla, prefiero que lo hagáis bien. Y como mi ciber amiga Sara me ha pedido que le aconseje una ruta para una visita breve, he decidido enseñaros mi plan ideal para conocer Cádiz en un día (en versión verano, porque en invierno es otra historia).
Ojo: se trata de una visión personal (y por lo tanto, completamente subjetiva) y en el recorrido he tenido que descartar muchos lugares interesantes para poder proponeros un itinerario realista, no obstante, el lado positivo es que os voy a ahorrar algún que otro mal trago común en los turistas más ingenuos, por eso empiezo por lo "malo"...
LA GUIRILADA QUE TENÉIS QUE EVITAR AUNQUE OS TIENTE: Comer en los alrededores de la plaza San Juan de Dios(A), la Catedral(B), la plaza de las Flores(C), el Mercado(D), la plaza Tiza(E) o la calle de la Palma(F). Quizás os huela a canela, pero es veneno. Dicho esto, vamos al itinerario:

Mi ruta comienza en la Plaza San Juan de Dios, frente a la estación de trenes y el acceso al puerto (que conste que aquí se dice "muelle"). Allí se encuentran el Ayuntamiento y el punto de información turístico donde podréis pedir todos los mapas y demás chorradillas que nos encanta coger "de recuerdo" cuando vamos de viaje.
Después, avanzamos por la calle Pelota hasta la catedral(1), primera parada obligatoria de la ruta. Desde la Catedral nos dirigimos hacia la plaza Candelaria, donde se encuentra el café Royalty(2), el lugar ideal para tomar un desayuno contundente mientras echáis un vistazo "por encima" a los panfletos que os hayan dado en el punto de información turístico antes de tirarlos y seguir leyendo mis breves pero eficaces recomendaciones. Si queréis saber más sobre este local tan especial, os expliqué su historia aquí.

Ya con las pilas puestas, subimos por Sacramento y llegamos a la Torre Tavira(3). Se trata de un edificio emblemático desde el que podréis ver una panorámica muy especial de la ciudad (no os cuento más, ya veréis por qué). A pocos metros de ella encontraréis el Oratorio de San Felipe Neri(4), donde se firmó la Constitución de 1812 (que últimamente está muy de moda y tal). Y, a otros tantos pocos metros, el Gran Teatro Falla(5), sede central del carnaval gaditano. Si no os hacéis una foto en cada uno de estos lugares, no os dejarán salir de la ciudad con las dos piernas.
Llegados a este punto, con la caminata y el calor de la media mañana, seguramente empiecen a aflorar en vuestros cuerpos serranos las ganas de una copichuela con tapa: no problem, ha llegado la hora de la parada gastronómica. Para ello, recorremos la calle Diego Arias -por allí cerca tenéis el santuario Kitsch, por cierto- hasta llegar al Manteca(6), centro neurálgico del popular barrio de la Viña (my sweet home) y el lugar ideal para tomar un manzanilla y comer chicharrones mientras esperáis a que algún aldeaño se arranque a amenizar el aperitivo cantando un poco de flamenco. Si os ven pinta de no ser de Cádiz centro ("de Cádiz Cádiz", decimos nosotr@s) probablemente os claven, pero es una guirilada innegociable.
El lugar ideal para rematar la comida es el Mercado(7), que se encuentra en un enclave típico junto a Correos y la plaza de las Flores -en los mapas, plaza "Topete"(8)-. Desde hace poco más de un año, el Mercado principal de Cádiz ha seguido el ejemplo de otros más célebres, como la Boquería de Barcelona, y entre sus puestos de pescado y fruta se alternan otros donde tomar un vino o unas tapas típicas de la tierra (o de más allá). Además, en sus alrededores podréis observar exposiciones temporales de pintura (click).

Antes del postre, vamos a quitarnos la espinita de los regalos porque Pancracio(9) nos pilla de camino. Se trata del Willy Wonka gaditano y se ha convertido en un gurú del chocolate conocido en todo el mundo. Si queréis llevar a vuestra familia o amig@s un detalle original, chic y exquisito en lugar de la típica camiseta de "Lo siento pisha pero no to el mundo puede ser de Cai" tenéis que pasar por su tienda de la calle Ancha.
Y, ahora sí, ¡vamos a por el postre! En este caso, os doy a elegir entre dos opciones. En la misma calle Ancha tenéis la heladería de los Italianos (la tradicional que le encanta a mis suegros para que os hagáis una idea) y en la plaza Mina está la otra heladería en cuestión (10), también regida por italian@s pero más innovadora y con helados realizados con fruta, yogur y otras ricuras (¿se nota que es mi preferida?).
Justo en la plaza Mina, por cierto, tenéis el museo de Cádiz(11), otra visita obligatoria, y tras visitarlo, podéis cruzar hacia la Alameda Apodaca(12) para ir dando un paseo hacia la célebre playa de la Caleta. Si os apetece, podéis hacer un par de altos en el camino para visitar el Parque Genovés(13) o ECCO(14), el Espacio de Creación Contemporánea de Cádiz, que ahora mismo alberga una colección sobre los Costus bastante curiosa en la planta baja.
Una vez en la Caleta (esta maravilla), deberíais tomaros un cóctel en la Quilla(15) para reponer fuerzas porque todavía nos queda un ratillo de paseo. Es un poco caro y el servicio no es una maravilla, pero cuando veáis el local y la ubicación, justo frente al balneario y entre los castillos de San Sebastián y Santa Catalina, comprobaréis que vale la pena.

Desde allí, vamos hacia el teatro romano(18) por el Campo del Sur (calcamonía de la Habana, ya veréis), haciendo una parada en el barrio del Pópulo, donde podréis ver la catedral antigua y tomaros una cervecilla-terracera.
Nuestra visita al Cádiz histórico acaba volviendo al paseo hasta llegar a las murallas de Puerta Tierra. Una vez allí, veréis el Pelícano(19), el lugar ideal para tomar un mojito mientras veis el atardecer. ¡Encima suelen hacer conciertos gratuitos!
Para terminar el día, os recomiendo encarecidamente que no os marchéis de Cádiz sin cenar en el Nahu Beach(20) -precisamente, el verano pasado me despedí de las vacaciones allí-. Se trata de un chiringuito situado en la playa de Cortadura (saliendo de Cádiz en dirección a San Fernando). El lugar, las vistas, la comida, el ambiente... ¡Os puedo asegurar que será el mejor recuerdo que os llevéis de estas vacaciones!

Sobre imágenes y derechos de autor: para realizar este post he obrado como una malísima persona. En primer lugar, he usado fotografías del Royalty sin pedir permiso, pero es que encima me he descargado la imagen del mapa de Cádiz en la web de Zonu (que acabo de conocer y me ha parecido súper práctica, por cierto) y luego lo he tuneado como me ha dado la gana, borrando lo que lo que he querido, pintando encima, escribiendo... En resumen, que si algun@ de l@s autores de los documentos citados no quiere que los use, los retiraré inmediatamente porque tendrá toda la razón del mundo para exigírmelo. No obstante, me gustaría aclararles que esta entrada se ha realizado sin beneficio de lucro, citando las fuentes y con un objetivo meramente informativo. Por cierto, las demás imágenes son de creación propia.